Esta mañana, en el SUM de la Antigua Estructura del HMN, se realizó el festejo del primer año de tres bebés nacidos en nuestra maternidad, en circunstancias delicadas, que han debido pasar un tiempo en Neonatología hasta que recibieron el alta, yéndose a sus hogares con una parte de nuestros corazones.
Brenda, Anita y Raimond fueron "vecinos" durante su estancia en la Neo, mientras que sus mamás se convirtieron en compañeras de ruta, conteniéndose, alentándose y forjando una amistad que las llevó a festejar juntas este primer año de sus hijos. Brenda nació prematura, Anita con hidrocefalia y a Raimond se le diagnosticó -antes de nacer- con encefalocele, lo que significa que una parte de su cerebro se formó fuera de su cabecita y se conectaba por un agujero en su cráneo. Los tres casos son milagros de la vida, no obstante, el de Raimond fue el que tuvo más repercusión por lo extraordinario de su condición.
En su momento, el Dr. Mario Barrera, que operó a Raimond, escribió una emotiva editorial en la que relataba la lucha de su mamá y su abuela; y hacía una reconocimiento al trabajo y la dedicación de todo el equipo de médicos, enfermeros y otros profesionales que cuidaron ese embarazo, el nacimiento, la internación en Neo, y las varias cirugías por las que debió pasar para poder encaminarse a llevar una vida como la de cualquier niño.
Por todo lo vivido, hoy celebramos con mucha alegría el primer año de Raimond, de Anita y de Brenda. Y allí estuvo presente todo el personal que pudo acercarse a saludar a los bebés y a sus mamás, para demostrarles su afecto y consentir a los peques.
Brenda, Anita y Raimond fueron "vecinos" durante su estancia en la Neo, mientras que sus mamás se convirtieron en compañeras de ruta, conteniéndose, alentándose y forjando una amistad que las llevó a festejar juntas este primer año de sus hijos. Brenda nació prematura, Anita con hidrocefalia y a Raimond se le diagnosticó -antes de nacer- con encefalocele, lo que significa que una parte de su cerebro se formó fuera de su cabecita y se conectaba por un agujero en su cráneo. Los tres casos son milagros de la vida, no obstante, el de Raimond fue el que tuvo más repercusión por lo extraordinario de su condición.
En su momento, el Dr. Mario Barrera, que operó a Raimond, escribió una emotiva editorial en la que relataba la lucha de su mamá y su abuela; y hacía una reconocimiento al trabajo y la dedicación de todo el equipo de médicos, enfermeros y otros profesionales que cuidaron ese embarazo, el nacimiento, la internación en Neo, y las varias cirugías por las que debió pasar para poder encaminarse a llevar una vida como la de cualquier niño.
Por todo lo vivido, hoy celebramos con mucha alegría el primer año de Raimond, de Anita y de Brenda. Y allí estuvo presente todo el personal que pudo acercarse a saludar a los bebés y a sus mamás, para demostrarles su afecto y consentir a los peques.
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